A lo largo de la Historia de la Tierra, han existido innumerables especies animales y vegetales; también hubo épocas en las que la vida no existía o comenzaba a desarrollarse en este planeta. Nos vamos a  interesar por un grupo de reptiles que predominó entre la fauna durante 135 millones de años: los Dinosaurios (“lagartos terribles”), los cuales perduraron desde el Triásico hasta finales del Cretácico, extinguiéndose entonces, hace aproximadamente 65 millones de años.

         En numerosos lugares de Europa, Asia y América, se han encontrado restos de huesos fosilizados de dinosaurios, así como huellas de sus pisadas y otros restos que nos sirven para reconstruir las características y forma de vida de estos animales. Curiosamente, la mayoría de las especies hoy extinguidas que se conocen, lo son por sus huellas, y no por restos de huesos u otros. Por “huella fósil”, entendemos señales que hablan de las antiguas actividades de caminar o desplazarse (huellas de pisadas y de arrastre del cuerpo) y también de señales que hablan de otro tipo de actividades vitales como puede ser la excavación en el suelo arenoso que realizan gusanos, y pequeños crustáceos o moluscos, y que forman los “Burrow” o galería fósil ( lo que se encuentra en la roca es del relleno de esas galerías, que hacen dibujos de líneas sinuosas en el sedimento). También podemos ver en la roca, las galerías que formaron en el suelo las raíces de antiguas plantas. También es posible ver en la roca, las ondulaciones que una corriente de agua o el viento, produjo en el suelo original: son los denominados “ripple marks”.
 

         Los Dinosaurios fueron un grupo de reptiles extinguidos totalmente hace 65 millones de años, y fueron las especies animales predominantes durante gran parte de la era Mesozoica. Los científicos dividen a los Dinosaurios en 2 grupos:
 

       Generalizar sobre los Dinosaurios es tarea difícil, ya que son numerosas y muy diversas las especies que son consideradas como tales reptiles. Podemos decir que todos ellos presentaban una posición perfeccionada de las extremidades, de modo que éstas sujetan al suelo (no “reptaban”).

        No todos los Dinosaurios eran de gran tamaño, los había de escasos gramos de peso. Son numerosos los conocimientos que poseemos acerca de la nutrición, la ecología, el comportamiento, la reproducción, etc., de los dinosaurios. Sabemos que existieron especies carnívoras, poseedores de colmillos afilados y que cazarían solos o en grupo. Los había carroñeros, saqueadores de nidos...Otras especies eran herbívoras, alimentándose de hierbas, musgos, líquenes, helechos, hojas de árboles y arbustos.

        El medio en el que vivía cada especie de Dinosaurio es otro tema difícil de resolver. Algunos ocupaban zonas costeras, otros zonas más continentales, zonas pantanosas, riberas y bosques, etc. La mayoría eran de hábitos terrestres. Algún grupo, como los Brontosaurios, se trasladaban por llanuras siguiendo el renuevo de las Coníferas (por causas alimenticias).
 

Dependiendo de sus hábitos de vida, poseían adaptaciones corporales características. No eran animales torpes, casi inmóviles, lentos ni su pequeño cerebro los convertía en estúpidos.

        Tenían el olfato y la vista muy desarrollados. Se cree que la mayoría de sus movimientos eran reflejos, involuntarios, comportándose como autómatas. Algunos científicos sostienen que los Dinosaurios fueron seres “inteligentes”, y con una conducta social compleja. Eran ovíparos y construían nidos.

        Sin duda alguna, una de las cuestiones más debatidas es la extinción de los Dinosaurios. Esta ocurrió hace 65 millones de años y coincidió con la extinción de otras especies animales y vegetales, terrestres y acuáticas, por lo que se habla de una extinción masiva de especies. Las razones de tal suceso permanecen oscuras, aunque se hayan apuntado varias hipótesis.

        Se supone que ocurrieron cambios en el ambiente, debido a la deriva de los continentes, a los movimientos de la corteza terrestre y alzamiento de montañas, lo que provocaría cambios en el nivel del mar, bruscas variaciones de temperatura, alteración de las lluvias, acentuación de las diferencias entre las estaciones del año, etc.

        Los cambios climáticos afectaron a la vegetación y a numerosos grupos de animales, que se extinguirían por no poder adaptarse a las nuevas características del ambiente. Otros científicos sostienen que la causa de la extinción fue algún fenómeno externo a la Tierra: un meteorito que chocó con nuestro planeta, la influencia de cuerpos celestes... La mayoría de los paleontólogos piensan que la causa de la extinción hay que buscarla en cambios graduales, y no bruscos, en el ambiente de la Tierra.